Ha vuelto a perderse por la ciudad
después de elegir un portal,
subir a la azotea y vagabundear.
Otra escalera le ha devuelto a la realidad
dos calles más allá,
como cuando sólo era un chaval
y odiaba la posibilidad
de convertirse en una persona normal.
Es algo que le duele recordar.
Como tantas noches, se le ha hecho de día
planchándose un traje que ya no le venía.
Y la bailarina se ha marchado con otro a ver amanecer.
Él buscaba un corazón artificial
por los estantes del bazar,
donde el sentimiento se puede comprar.
Un dispositivo de plástico y metal,
un recambio que sea capaz
de devolverle el elemento esencial.
Por la escalera me lo he vuelto a cruzar,
me ha hecho una seña, un guiño de complicidad,
porque la función está a punto de empezar.
Como tantas noches se le ha hecho de día
planchándose un traje que ya no le venía.
Y la bailarina se ha marchado con otro a ver amanecer.
Como tantas noches, siempre igual.
viernes, 23 de noviembre de 2007
El vagabundo de las azoteas / Doctor Divago
Doctor Divago [En: Revuelta elemental]
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